La crisis del Covid19 ha alterado el normal funcionamiento de nuestra sanidad, nuestra economía y también de nuestra sociedad. En tan sólo unas semanas, todo cambió y comenzamos a presenciar situaciones novedosas nunca antes vistas.
La actividad política, como un factor clave en la organización y funcionamiento de nuestras sociedades, también se ha visto alterada. Durante los meses de confinamiento severo en España hemos presenciado situaciones extraordinarias en la política antes sólo vividas en periodos de guerra: Parlamentos e Instituciones cerradas y la consiguiente ausencia de control parlamentario, mandos únicos, legislaciones exprés, prohibiciones de la movilidad, etc.
Pero si algo ha sido interesante desde el punto de vista de la comunicación ha sido el uso que el Gobierno de España y las Instituciones Autonómicas han realizado de las ruedas de prensa y comparecencias ante los medios de comunicación “telemáticas”.
Las ruedas de prensa telemáticas se convirtieron, desde las primeras semanas de Estado de Alarma en España (14 de marzo), en la principal herramienta de comunicación a gran escala para la población. Las autoridades comparecían públicamente -en horarios de máxima audiencia- para posteriormente responder a las preguntas recibidas previamente o de los periodistas conectados en directo de forma telemática en base al criterio de sus equipos de comunicación.
Ante una situación de confinamiento domiciliario obligatorio y cierre de toda la actividad comercial no necesaria, el presidente del Gobierno, los principales ministros del Gobierno y los presidentes y autoridades autonómicas aprovecharon el foco mediático que les otorgaba comparecer ante los medios de comunicación en horarios de prime time con toda la población pendiente de recibir noticias e indicaciones y con la anómala circunstancia de permanecer obligatoriamente en sus casas.
Y ante este hecho, presenciamos otra excepcionalidad de la que muchos expertos en comunicación nos percatamos desde las primeras semanas: las ruedas de prensa institucionales pasaron de ser una herramienta de comunicación para ser una herramienta de testeo y sondeo poblacional.
En un normal funcionamiento de una Democracia, las leyes o decisiones adoptadas por Gobiernos y Comunidades Autónomas se comunican previo anuncio en los Boletines Oficiales correspondientes, pero durante la crisis del Covid19 este orden se alteró. El Gobierno de España y muchas de las instituciones autonómicas comparecían ante los medios de comunicación para anunciar medidas que aún no habían sido publicadas y que, en ocasiones, todavía no habían sido tratadas en profundidad por los equipos ministeriales o las consejerías correspondientes. Es decir, se empleaba las ruedas de prensa para publicitar decisiones, borradores o propuestas en estudio. El siguiente paso era sencillo: los medios de comunicación a través de sus herramientas publicarían esas noticias y emitirían sus análisis en sus editoriales y la sociedad civil, los sectores económicos y la población en general las interpretarían y reaccionarían ante ellas.
Fue entonces, cuando presenciamos otra de las conductas insólitas hasta la llegada de esta pandemia: El Gobierno central y las CC.AA. comparecían los días previos a la conferencia de prensa inicial para anunciar una modificación, un cambio o una medida definitiva que variaba siempre de la inicialmente anunciada. Y así cíclicamente. El básico método científico de prueba y error aplicado a la comunicación y la política.
Es decir, las ruedas de prensa habían dejado de emplearse como una herramienta de comunicación para emplearse como una herramienta de testeo poblacional. Un uso recurrente en el mundo de la comunicación y de la sociología, pero que hasta esta crisis del Covid19 no se había empleado de forma tan evidente en la política española.
Que los medios hagan su trabajo: informen e interpreten, que la sociedad reaccione y entonces gobernaremos. Puro Orwell, aplicado a tiempos de Covid19.
Por: Carmelo Gómez
Ejecutivo de cuentas de Indie PR