Con el inicio de un nuevo año, las agencias de comunicación llevamos tiempo ajustando las estrategias de nuestros clientes que les permitan afrontar los desafíos del próximo año. De cara a 2025, la comunicación corporativa seguirá evolucionando para adaptarse a un entorno en constante cambio. Aquí te presentamos las principales tendencias que marcarán el sector:
Comunicación basada en IA y big data
Estas herramientas, lejos de ser conceptos nuevos, vivirán su periodo de consolidación durante el próximo año. Ambas emergerán como imprescindibles en la gestión de la comunicación corporativa, pues sus aplicaciones son múltiples: desde hacer análisis predictivos para anticipar crisis de reputación o automatizar tareas hasta segmentar audiencias, optimizar campañas con detalle o medir el impacto en tiempo real de sus mensajes. Sin embargo, la tecnología debe ir acompañada de un enfoque ético. La IA debe ser un complemento del criterio humano, no un sustituto. La capacidad de transformar datos en decisiones estratégicas será clave para mantenerse competitivos.
Comunicación sostenible y propósito corporativo
El compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social ya no es opcional. Según el estudio “ESG en palabras: la voz de la sostenibilidad”, desarrollado por Dircom en colaboración con Doxa, el 45,6% de los profesionales cree que las organizaciones comunican más de lo que hacen realmente en materia de sostenibilidad. Este efecto, conocido como greenwashing no hace sino perjudicar la imagen de quienes se cuelgan medallas sin mérito alguno. Para evitarlo, las empresas deben comunicar de manera transparente sus acciones en pro del medio ambiente y la sociedad, avalando estos hitos con hechos y datos, informes de sostenibilidad claros, estrategias de comunicación ética y prácticas comerciales responsables.
Experiencias hiperpersonalizadas
Los consumidores y empleados esperan interacciones relevantes y personalizadas. Las empresas deberán invertir en tecnologías de automatización y gestión de datos para ofrecer experiencias adaptadas a las necesidades y preferencias individuales. Todo ello deberán aplicarlo tanto en la comunicación interna como en las relaciones públicas si quieren satisfacer a su público objetivo.
Gestión de crisis y resiliencia corporativa
En un mundo hiperconectado, los riesgos reputacionales son más altos que nunca. Ya no basta solo con tener un protocolo de crisis. Ahora, la coyuntura nos exige fortalecer esas estrategias desarrollando planes claros y formando a los equipos para que puedan estar preparados para actuar con rapidez y eficacia cuando surgen situaciones desequilibrantes.
Comunicación visual y contenido inmersivo
Somos inconformistas por naturaleza. Pero la sobreinformación a la que estamos permanentemente expuestos nos acaba saturando. En ese sentido, captar la atención de nuestra audiencia se ha convertido en una ciencia. En 2025, prevalecerán los contenidos breves, impactantes y con un relato coherente. TikTok e Instagram seguirán dominando en el ecosistema digital, obligando a las marcas a dar una vuelta de 180º a su contenido para cautivar emocionalmente y proponer algo diferente a su público.
Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI)
La comunicación corporativa deberá reflejar un compromiso genuino con la diversidad, equidad e inclusión. Integrar, por tanto, Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en las estrategias de comunicación no serán ya solo una buena práctica, sino una necesidad. Está demostrado que las organizaciones que se alinean con estos valores no solo construyen un ambiente laboral más justo, sino que también potencian la cohesión del equipo, la motivación y su productividad.
Liderazgo activo, digital y humano
Para fortalecer la credibilidad corporativa en 2025, es fundamental formar a los portavoces para que se conviertan en líderes visibles y cercanos. Los directivos deben destacar por su autenticidad y utilizar plataformas como LinkedIn para compartir mensajes transparentes y alineados con los valores de la organización. También deben estar preparados para gestionar las crisis con una comunicación clara y estratégica. Este enfoque fomenta la conexión con las audiencias internas y externas mediante un liderazgo cercano, la escucha activa y una presencia digital sólida.
Anticiparse y adaptarse a las tendencias emergentes será nuestro salvavidas para mantener a flote la comunicación corporativa de las marcas. Aquellas que integren adecuadamente la tecnología en sus procesos, asuman un compromiso verdadero medioambiental y diverso, equitativo e inclusivo, aprendan a ser resilientes ante las crisis reputaciones, aporten contenidos dinámicos y asuman un liderazgo a la altura de las circunstancias, tendrán una ventaja competitiva significativa en un mercado cada vez más exigente. Desde las agencias de comunicación haremos lo que esté en nuestra mano para que así sea.