La influencia de los memes en la comunicación

Meme

  1. m. Rasgo cultural o de conducta que se transmite por imitación de persona a persona o de generación en generación.
  2. m. Imagen, video o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet.

El origen del término, y concepto, meme se encuentra en el libro “El gen egoísta” del biólogo Richard Dawkins. Con el término meme – del griego mimema, cuya traducción sería “algo imitado” – Dawkins quería describir la unidad mínima de información que se puede transmitir, las cuales conforman la base mental de nuestra cultura, como los genes conforman la primera base de nuestra vida. Por ello, meme no sería únicamente aquello con lo que nos bombardean nuestros colegas por cualquier red social, también son memes la ecuación “E =mc2”, “God I’m” de Alice In Chains o la técnica de sweep picking para tocar la guitarra.

Dicho lo cual, sólo tenemos que mirarnos a nosotros mismos para ver cómo los memes han revolucionado la forma en que nos comunicamos, en las redes sociales y fuera de ellas. Gran parte de su éxito radica en su capacidad de condensar información de manera efectiva para la que no siempre existen palabras o gestos. Y si se hace con humor mucho mejor, aunque no siempre sea así.

Como con toda nueva creación cultural, sobre todo si esta tiene que ver con la comunicación y el lenguaje, hay catedráticos que consideran que la utilización de los memes en el día a día – en sustitución de las palabras o expresiones – va a empobrecer la lengua. En el otro lado tenemos a los académicos que piensan que estos van a complementar a la lengua, enriqueciéndola al agregar elementos icónicos que representan emociones y sensaciones de manera efectiva.

Sin embargo, el uso y la comprensión de los memes no es universal. Cada meme adquiere significado y resignificación dentro de determinados grupos que responden a ciertos patrones socioculturales. Un meme puede ser entendido por los usuarios de una plataforma específica pero no por otros que no estén familiarizados con ella. Así, su uso inadecuado en ciertos contextos puede llevar a malentendidos. Un ejemplo claro de esto es un meme que a un adolescente le puede hacer mucha gracia, pero si lo ve su padre, muchas veces, no lo entiende.

Por último, pero no menos importante, el meme ya es utilizado como una herramienta – hay quien dice que arma – ideológica ya que, al ser un contenido de “carácter popular”, los usuarios pueden apropiarse del mismo y utilizarlo para reforzar un discurso ideológico concreto.

Aquí se puede apreciar uno de los grandes cambios en la comunicación y prácticas sociales que ha provocado la aparición de los memes: el usuario ya no es sólo consumidor de mensajes e información, también es creador de los mismos. Así, como podemos comprobarlo en nuestro día a día, tenemos un rol activo en crear y difundir información.

Aunque parezca de broma, el meme ha dado un poder a las personas que jamás nadie hubiese podido pensar de una creación, en apariencia, puramente humorística. ¿Te consideras más poderoso ahora que conoces esto? ¿Crees que tu capacidad oral ha mermado por la utilización de memes? Danos tu respuesta en forma de meme.

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