Ya está aquí la Navidad y con ella los famosos spots publicitarios. El anuncio de la lotería o las burbujas de Freixenet son algunos de los anuncios más esperados por el gran público. Pero si hay uno que este año destaca por encima de todos es el anuncio de Ruavieja.
La marca de bebidas alcohólicas ha sorprendido a todos con un anuncio que apela al corazón y nos invita a “vernos más.” Desde IndiePR analizamos las 5 claves que han hecho viral esta campaña.
– Humanidad. El anuncio nos toca la fibra sensible apelando a nuestro lado humano a través de la emoción. Esa morriña que todo el mundo siente cuando está lejos de casa, esos familiares y amigos a los que no ves o esos seres queridos que ya no están son el ingrediente perfecto para llegar al corazón del espectador.
– Empatía. Los protagonistas del anuncio son personas como tú y como yo. El hecho de sentirnos identificados con los protagonistas despierta nuestro interés y hace que sin querer le prestemos más atención.
– Una dosis de realidad. El anuncio analiza cómo en la era de la tecnología las redes sociales y las nuevas formas de entretenimiento han modificado sustancialmente nuestra forma de relacionarnos. Decimos que lo más importante son nuestros seres queridos pero la realidad es que no pasamos tiempo con ellos. Hemos perdido el contacto real y, lo que es peor, no somos conscientes del poco tiempo que nos queda para disfrutar juntos.
– Interacción. La compañía ha creado una herramienta que permite averiguar de forma aproximada cuánto tiempo te queda para estar con tus seres queridos en función de tus hábitos, tu edad o tu género. De esta forma el anuncio invita al espectador a participar, a ser un protagonista más de la historia.
– Predicar con el ejemplo. Para ponerle el broche de oro a la campaña, la compañía ha decidido dejar de invertir en promocionar el anuncio y llevar a la práctica su mensaje “tenemos que vernos más”, ofreciendo un código promocional con el que obtener billetes de autobús gratis a todos los que se registren en la web de la campaña.
Una estrategia redonda que busca conquistar al espectador apelando a sus emociones en lugar de hacerlo con el producto. Algo que entendió muy bien El Almendro hace ya más de 20 años con el famoso eslogan “vuelve a casa por Navidad.”